¡Nos vamos de viaje!

viajar-con-ninosHace unos días cayó en mis manos una guía muy interesante dirigida a profesores que vayan de viaje con algún alumno Asperger. Os dejo aquí el enlace, porque me pareció que, además de ser útil para los maestros, también las familias podemos extraer muchas ideas interesantes para afrontar una salida de la rutina como es un viaje. Nosotros, por nuestra parte, hemos ido aprendiendo sobre la marcha lo que funciona con nuestro hijo y lo que no, así que os voy a contar cómo encaramos nosotros esa situación.

Lo primero de todo es explicarle anticipadamente qué viaje vamos a hacer, poniendo el acento en aquellos aspectos que a él más le puedan apetecer para que lo emprenda motivado. También es necesario darle una serie de detalles prácticos, que harán que se sienta más seguro: cuántos días vamos a estar, dónde vamos a dormir, qué medio de transporte vamos a utilizar, el tiempo que vamos a tardar en llegar…

¡Ay, el tiempo! Ése es uno de los temas que hay que controlar bien. Si el viaje es largo, hay que decírselo pero, si es posible, fragmentado por etapas, que lo lleva mejor:

Vamos en coche hasta el aeropuerto. No tardamos más de una hora. Después, tendremos dos horas de vuelo y, al llegar, una vez que recojamos las maletas, cogeremos un autobús que nos dejará en el hotel en veinte minutos.

Antes de salir, tenemos que pertrecharnos con todo lo necesario para que el viaje discurra bien, incluido algún as en la manga que nos permita afrontar los momentos de impaciencia (que los habrá seguro), así que lo repasamos todo:

  • La Nintendo. Es fundamental. Normalmente, le limitamos su uso al fin de semana y durante un tiempo determinado pero cuando hay un viaje, especialmente si es largo, esta norma se altera. Y no sólo la Nintendo. Es importantísimo comprobar que vaya su juego favorito. Tiene muchos pero siempre juega al mismo y olvidarlo es una tragedia. En una ocasión se lo dejó y no lo pudimos recuperar hasta que volvimos al mismo lugar, dos semanas más tarde… El viaje fue un tormento para todos, pero especialmente para él, completamente angustiado. Y los días siguientes, de mera supervivencia a la espera de recuperar su juego.
  • La comida. Hay que pensar y planificar bien las comidas, de manera que podamos hacerlas a la hora habitual, si es posible. Hay niños a los que no les gusta comer en el coche, pero a Jorge no le importa. Es más, le relaja muchísimo. De hecho, si estamos haciendo bien el viaje, a veces retrasamos un poco la merienda para que nos sirva de «calmante» para un eventual mal momento posterior.
  • Golosinas. Constituyen un recurso de emergencia para cuando empieza a impacientarse demasiado o a llorar sin motivo aparente. Una gominola o un caramelo tienen un efecto tranquilizador que, aunque no dura demasiado, nos sirve para cortar situaciones no deseadas.
  • Juguetes. Siempre procuramos también, sobre todo en viajes largos, que lleve algún otro juguete, como su colección de cartas de Pokemon o la de «Basurillas» que está juntando ahora a medias con su hermano.
  • Juegos en familia. Otra manera de que se entretenga es jugar a las palabras encadenadas. Le gusta y se le da bien, así que hay que tenerlo en mente para echar mano de él cuando haga falta.
  • Música. Poner una canción que le guste especialmente también puede ayudarle a relajarse cuando el viaje se le está haciendo demasiado largo. De hecho, sus discos favoritos nunca se ponen al salir de casa. Siempre se guardan para un poquito más adelante.

Ya en el destino, tenemos que intentar ajustar los planes a sus intereses, en la medida de lo posible, o al menos, ir alternándolos con otros planes para que actúen como una especie de recompensa. Tenemos que explicarle cada día lo que haremos al día siguiente y, en la medida de lo posible, llegar a un consenso para que todo discurra como debe.

De todas maneras, una cosa es clara: no hay viaje sin berrinche.  Pero cada vez menos (afortunadamente).

2 pensamientos en “¡Nos vamos de viaje!

  1. Hola Irene: Muy buena la guía y muy interesante. La verdad es que para mi hijo Juan que ya tiene 9 años, si es verdad que hay pocos berrinches en un viaje, explicándole todo bien y paso por paso. Si es verdad que en el caso de Juan no pueden faltar tampoco los libros, porque junto con la Nintendo es lo que más le gusta y relaja. Afortunadamente ahora y cada vez más estamos teniendo más ayuda en cuanto a guías, pautas, etc. y eso nos ayuda mucho en el día a día. Gracias. Un abrazo.

    • Hola, Marga! Gracias a ti, como siempre, por participar en el blog 🙂
      Tienes razón en que cada vez tenemos más guías y ayudas que nos orientan para saber cómo manejar las situaciones. ¡Menos mal! Eso, unido a que cada vez conocemos mejor a nuestros hijos y hacemos un esfuerzo por entenderlos, nos permite llevar todo mejor. Un abrazo fuerte!

Deja un comentario